Historia... del presente




Muy interesante este video, pero necesita algunas puntualizaciones, en especial tras la última “crisis del sistema”. 

- El mundo no lo controlan las “corporaciones”, si no los fondos de inversión, que nos compran usando nuestro propio dinero. Desde los estudios de cine a los bancos, desde los medios de comunicación a las industrias mineras, son el anónimo accionista "de referencia" de todo, además de detentar la propiedad de la inmensa mayoría de la deuda pública del mundo.

- No solo los estados “en vías de desarrollo” son víctimas del “timo de la deuda”. Todos los países occidentales, incluidos los Estados Unidos, se han endeudado en la última década en una proporción similar, el 100% de su PIB. Esto no puede ser casual y, evidentemente, no lo es. Es un porcentaje de deuda calculado para que sea sostenible pero impagable. Así, aunque en algún país algún gobierno llegara a desoír las políticas que se le indican, no es necesario ya eliminar a nadie: basta con que las agencias de calificación, que sí, también son propiedad de los propios fondos de inversión, bajen el “ranking” de la deuda para que los intereses se disparen, hundiendo su economía y provocando que la presión social cambie el gobierno o lo obligue a modificar su política. 

- De todas formas, esa circunstancia es cada vez más difícil. El control total de los medios de entretenimiento, de los medios de comunicación y del sistema educativo permite moldear la opinión social a su antojo. Las ceremonias electorales tratan de perpetuar la ilusión de poder popular, aunque la gente solo puede elegir entre partidos tan similares que, en realidad, son el mismo. Y cuando una marca política se desgasta se crea otra para sustituirla. En España es hasta grotesco, el PP, que ha llevado al país hasta la cifra mágica del 100% del PIB de endeudamiento, tras pactar un cambio de gobierno con sus “rivales” del PSOE sin recurrir siquiera al rito electoral para evitar ser sustituidos por esas nuevas marcas, se rasga las vestiduras porque se “va a disparar el déficit”. 

- El lógico y creciente malestar se desvía hacia los enfrentamientos sociales internos: raciales, nacionales, de género o, simplemente, de los pobres contra los más pobres aún. Mientras, la riqueza del mundo se concentra como nunca en toda la historia de la humanidad. Divide et impera. 

- Estados Unidos no es el centro del nuevo imperio, no se trata de un imperio nacional, es solo su brazo armado. Pocos países han sufrido una degradación en su calidad de vida tan brutal como los Estados Unidos en la última década. 

- Aquellos que, con razón, dicen que vivimos en el mejor momento de la historia, deberían comparar este mundo no ya con Roma, la Edad Media o la Revolución Industrial, si no con las últimas décadas del siglo pasado. 

- Y, por cierto, cuando los fondos de inversión ganan, ganan ellos, pero cuando ocasionalmente pierden, perdemos nosotros. Es nuestro dinero el que arriesgan, el de nuestros planes de pensiones públicos o privados, el de nuestros ahorros.

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